
Les Cases d’Alcanar, la memoria ibérica junto al mar
La esencia marinera de les Cases d’Alcanar está muy ligada a los orígenes de esta villa de pescadores de las Terres de l’Ebre. El pueblo creció alrededor de una antigua torre de vigilancia que defendía a la población de los ataques piratas. Más tarde la torre fue derrocada por las tropas británicas durante la invasión napoleónica y se construyó la iglesia de Sant Pere Pescador.
El espíritu comerciante de la gente de mar de Les Cases d’Alcanar viene de lejos. En la Moleta del Remei, un yacimiento ibérico que se encuentra en el municipio, vivió la tribu ibérica de los ilercavones, entre el siglo VII y el II aC. Este poblado fue un punto clave del tráfico comercial mediterráneo de la época, que se realizaba hacia el interior por el río Ebro.
Para rememorar aquella época apúntate a una visita guiada por el recinto y verás cómo vivían. En la Moleta del Remei se celebra cada año el Festival Íbero de Alcanar, Tyrika. Un acontecimiento donde se realizan exposiciones temáticas, talleres didácticos y demostraciones artesanales.
Acércate al puerto de la villa para saborear la cocina marinera de la zona a base de galeras (marisco) y una especialidad: el arroz a la masqueta con arroz del Delta, acompañado de azafrán, almejas y calabacín. En la Cofradía de Pescadores Sant Pere puedes visitar la exposición permanente de fotos antiguas de les Cases d’Alcanar y aprovechar para ver la subasta del pescado en la lonja a partir de las 17h.
El litoral de les Cases d’Alcanar es ideal para realizar rutas cicloturísticas. Si vas en dirección sur descubres búnkeres, refugios subterráneos y dos nidos de ametralladoras, uno de los conjuntos más completos de Cataluña. Otra visita recomendada es la desembocadura del río Sénia, un espacio de interés natural con una laguna que reúne una gran diversidad de flora y fauna.