La gran obra de Domènech i Montaner

Domènech i Montaner fue un pionero al integrar artísticamente la forma, la función y la simbología en una construcción. Un modelo racionalista que aplicó tanto en las casas burguesas como en los centros sanitarios y espacios industriales. Sus innovaciones se convirtieron en tendencias arquitectónicas de la época y sello inconfundible del modernismo catalán.

Estructuras de hierro forjado, ladrillo visto, decoración cerámica, mosaicos y vidrios policromados que controlaban y ‘jugaban’ con la luz y la ornamentación inspirada en las formas variadas y exuberantes de la naturaleza. Nada que ver con la sobriedad y las líneas rectas de estilos arquitectónicos anteriores.

El arquitecto, según palabras de su biógrafo, era un profesional que hacía las cosas con conocimiento de causa. Por este motivo, antes de construir las casas por las familias burguesas, acostumbraba a convivir cierto tiempo con la familia que le hacía el encargo. Así conocía de primera mano sus gustos y necesidades y construía una casa perfecta para ellos. Como un tipo de diseño a la carta. Esta costumbre también la heredó su hijo, el arquitecto Pere Domènech Roura.

Para conocer la obra de Domènech i Montaner, apúntate a hacer una ruta autoguiada propuesta por Turismo de Barcelona. Incluye los 8 edificios proyectados en la capital catalana y también los monumentos del poeta Joan Maragall y el Doctor Robert —diputado catalanista en las Cortes de Madrid— diseñados por el arquitecto y realizados por los escultores Eusebi Arnau y Josep Llimona, respectivamente. También puedes consultar la agenda de actividades programadas durante este año de celebración modernista.

Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau
La ornamentación y la iconografía son dos elementos relevantes de este edificio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su construcción se inició en 1902 y es el claro ejemplo de la integración artística de la forma, la función y la simbología en una construcción que habitualmente aplicaba Domènech i Montaner. El recinto se proyectó según los criterios higienistas de la época para permitir la ventilación, el asoleo y la visión de la naturaleza.

Palau de la Música Catalana
Construido entre 1905 y 1908 por encargo del Orfeón Catalán, es la única sala de conciertos en activo declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está cubierto con una claraboya en forma de cúpula invertida y es uno de los mejores exponentes de integración de las artes aplicadas a la arquitectura. Una caja de música mágica donde se combinan la escultura, el mosaico, el vitral y la forja. Es una obra significativa a nivel arquitectónico y también se considera patrimonio simbólico y sentimental del pueblo de Cataluña.

Casa Lleó Morera
Reformado por el arquitecto en 1902 por encargo de la familia León Morera, este edificio cuenta con una fachada con alusiones al apellido de la familia representando la flor de la morera con diferentes materiales y alegorías de los inventos del siglo XX.

Casa Thomas
Construida entre 1895 y 1898 por encargo del impresor Josep Thomas, este edificio es un prodigio neogótico que parece salido de un cuento de hadas. Su fachada cuenta con una gran cantidad de decoraciones florales y figuras de reptiles, marca del estilo de Domènech i Montaner.

Casa Fuster
El arquitecto construyó este edificio de aire neogótico entre 1908 y 1911 con la colaboración de su hijo Pere. En aquella época, se consideró el edificio más caro de Barcelona por los materiales que se utilizaron en su construcción, como los mármoles blancos de gran calidad, el vidrio o la pizarra. Fue la última obra del arquitecto en Barcelona.

Editorial Montaner y Simón
El primer gran encargo que recibió Domènech i Montaner en 1879. Este edificio fue uno de los primeros de la ciudad en incorporar una estructura de pilares de hierro. A pesar de ser una construcción industrial, que escondía una fábrica con maquinaria pesada donde trabajaban más de 240 empleados, la fachada se concibió como un palacete. Desde 1990 es la sede de la Fundación Antoni Tàpies.

Castell dels Tres Dragons
Inicialmente, fue diseñado para alojar el restaurante principal de la Exposición Universal de Barcelona celebrada en 1888. El edificio de ladrillo visto se construyó imitando la estructura de una fortaleza militar. Ha tenido varios usos hasta que en 1920 se readaptó para acoger el Museo de Zoología de la ciudad. Desde que este museo se trasladó al Fórum, el edificio está cerrado al público, pendiente de rehabilitación.

Fonda Espanya
Domènech i Montaner reformó este hotel modernista inaugurado el 1859. En este proyecto, el arquitecto contó con la colaboración de Eusebi Arnau, uno de los escultores modernistas más destacados junto con Josep Llimona y Enric Clarasó, y del pintor Ramón Casas, uno de los pintores más destacados del modernismo a quien se le atribuye un mural de temática marinera que decora la Sala Las Sirenas del actual hotel.

Instituto Pere Mata
La burguesía de Reus fue la promotora de la proyección de este hospital psiquiátrico. Su construcción empezó en 1897 y se convirtió en un ejemplo de la modernización de las instituciones sanitarias de la época. El pabellón de mayor valor artístico del recinto es el de los Distinguidos, donde vivían los internos de las familias acomodadas.

Casa Navàs
Construida en 1901 por encargo del empresario textil Joaquim Navàs, es un edificio con una gran cantidad de artes aplicadas, desde la vidriería hasta el mobiliario. Su decoración interior es una explosión de colores y florituras. Además, conserva el mobiliario original.

Casa Gasull
En el año 1911, el comerciante de aceites Fèlix Gasull encargó este edificio al arquitecto. Una construcción que integraba oficinas y vivienda. En su fachada, los mosaicos cerámicos artesanales y los esgrafiados son los protagonistas.

Casa Domènech
Domènech i Montaner construyó este edificio con la ayuda de su hijo Pere y su yerno Francesc Guàrdia. Un edificio del siglo XVII decorado con elementos modernistas que actualmente aloja la casa museo del arquitecto.

Ateneo de Canet de Mar
El poema La Atlàntida de Jacint Verdaguer de 1877 sirvió de inspiración a Domènech i Montaner para reformar este edificio en 1885. Del proyecto inicial sólo se conservan las dos fachadas donde destaca una gran balconada de hierro forjado y también el rosetón de vitrales de diferentes colores que ilumina el interior. Actualmente, es propiedad del Ayuntamiento de Canet de Mar y acoge la Biblioteca Municipal.

También en Canet de Mar, el arquitecto reformó y amplió el Castell de Santa Florentina, propiedad de su tío Ramon Montaner i Vila. En esta fortificación, construida en el siglo XI, trabajaron los mejores artistas de la época que bajo la dirección de Domènech i Montaner incorporaron vitrales de colores, mármol para los suelos, maderas cortadas para los techos, cerámicas y hierro forjado. El resultado: un palacio con toques medievales, modernistas y neogóticos.

Gran Hotel Palma de Mallorca (Mallorca)
Construido en 1903, fue el primer hotel con electricidad y teléfono de la isla. Actualmente es la sede de CaixaForum de Palma de Mallorca y acoge una exposición permanente del pintor modernista Hermen Anglada Camarasa.

Arte funerario y monumentos
El arquitecto realizó también piezas de arte funerario, como panteones, criptas y lápidas, así como monumentos de personajes ilustres, como el poeta Joan Maragall. Domènech i Montaner está enterrado en el cementerio de Sant Gervasi de Barcelona, a pesar de que quería descansar en el panteón familiar en Canet de Mar. Las circunstancias políticas —se acababa de proclamar la dictadura de Primo de Rivera— impidieron un funeral y un entierro público para evitar manifestaciones y disturbios.