Camí Oliba: el espíritu medieval de los Pirineos de Cataluña

Apúntate a esta ruta del románico por iglesias y pueblos medievales. Un camino histórico que recorrieron muchos exiliados en su huida a Francia. Un recorrido espiritual por el patrimonio natural y artístico de la Vall de Camprodon.

Te proponemos una ruta de dos días para empaparte del arte y la historia de la Vall de Camprodon, a poco menos de dos horas en coche desde Barcelona.

Te alojarás en el Hostal El Quintà en Espinavell, en pleno Vall de Camprodon. Este establecimiento de ambiente rústico de alta montaña está rodeado de naturaleza y no es raro ver caballos y vacas pastando cerca. Si te gusta caminar, en su entorno se encuentran diversos senderos como el Camino de la Retirada. Este recorrido es uno de los que siguieron los exiliados para cruzar la frontera con Francia. Si vienes en familia, muy cerca se encuentra también el Molló Parc y la estación de esquí Vallter2000.

Puedes hacer la ruta cuando quieras, pero ten en cuenta que el tren turístico de la Vall de Camprodon no funciona en invierno. Y vale la pena que no te lo pierdas.

 

Día 1: Primera jornada de Ruta Camí Oliba y excursión en tren turístico por Camprodon

Ponte las botas y sal a recorrer el Camí Oliba. Esta es la primera actividad de la ruta. Se trata del tramo Sant Joan de les Abadesses – Basses de Puigsec, que realizarás en dos jornadas de medio día. Este camino es una ruta del arte románico catalán que utiliza la figura del obispo y abad Oliba como hilo conductor. También es un sendero de gran recorrido, el GR-151, que va de los Paisatges Barcelona a los Pirineos de Cataluña.

A lo largo de este tramo, que se inicia en Sant Joan de les Abadesses, descubrirás los orígenes del cristianismo en Cataluña con personajes como el abad Oliba. Iglesias y monasterios como el de Sant Joan de les Abadesses, una de las joyas del románico catalán, serán los altos en el camino.

En dirección a Camprodon, el camino es fácil y sin grandes desniveles. Antes de llegar, visitarás la iglesia románica de Sant Miquel de Cavallera. De Camprodon a Molló el camino empieza a ascender y ofrece vistas a una altura de más de 1.300 metros. Una vez en Molló, final del tramo de esta jornada, puedes aprovechar para descansar disfrutando del paisaje del valle. Aprovecha para comprar embutidos y galletas, productos típicos de la zona.

Por la tarde, ya en Camprodon, descansarás un poco las piernas en una excursión en tren turístico por la villa. La ruta es circular y comentada por audio. A lo largo del recorrido pararás en un total de 18 puntos de interés. Una de las paradas es el puente románico, símbolo de la población. Construido en el siglo XII, este puente sobre el río Ter permitía el acceso a esta villa amurallada y medieval. El recorrido dura 45 minutos.

Este tren turístico también ofrece 7 rutas más por el Vall de Camprodon, durante todo el año.

Beget.

Beget.

Día 2: Segunda jornada de Ruta Camí Oliba y paseo por el pueblo medieval de Beget

El segundo día de ruta dedicas la mañana a finalizar el tramo Sant Joan de les Abadesses – Basses de Puigsec del Camí Oliba. En concreto, el que va de Molló a Les Basses de Puigsec. En Molló visitarás la iglesia parroquial de Santa Cecília de Molló. Esta iglesia románica destaca por su campanario de cuatro pisos de influencia lombarda.

En dirección a la frontera francesa, seguirás caminos antes frecuentados por pastores y también por los exiliados de la Guerra Civil y de la dictadura en su huida a Francia. Las vistas que ofrece este tramo final de la ruta son cada vez más imponentes. Como las de les Basses de Puigsec, unos embalses naturales en el pico del Puigsec en los que beben el ganado y la fauna salvaje de la zona. Desde aquí, tienes vistas sin interrupciones de los Pirineos de Cataluña y del Parque Natural de les Capçaleres del Ter i del Freser.

Por la tarde, desciende de las alturas para conocer el núcleo medieval de Beget. Este pueblo medieval del Vall de Camprodon sólo cuenta con 20 habitantes. Antes de llegar, lo primero que verás es el campanario lombardo de cuatro pisos de la iglesia románica de Sant Cristòfol. En su interior se conserva la Majestat de Beget, una talla de madera policromada del siglo XII de casi dos metros de altura, y también retablos barrocos y góticos.

Paseando por sus calles de piedra podrás comprobar cómo las casas parecen sacadas de un pesebre. La piedra de los muros y los balcones de madera son muy típicos en las construcciones de alta montaña de esta zona.

Aprovecha para inmortalizar las calles empedradas de Beget con tu móvil. Así tendrás un bonito recuerdo de esta ruta con espíritu medieval por el Vall de Camprodon.