Casa Parramon, el alojamiento rural dentro de una ‘vila closa’

Jordina está al frente de Casa Parramon desde hace más de 25 años. Su marido, Jaume, es del pueblo, de donde se fue para estudiar y sacarse una carrera. Cuando volvió se hizo cargo de la explotación ganadera familiar de vacas y caballos.

Situado en la vila closa (villa cerrada) de Peramea, este alojamiento rural ha sido reformado manteniendo su estilo rústico. Está integrado por tres construcciones. La Casa, un edificio del siglo XV con unas buhardillas de 450 m² y capacidad para 15 personas. L’Era, con 4 alojamientos rurales independientes, y Lo Paller, que cuenta con un patio de unos 100  m² con barbacoa y una sala de recreo cubierta con billar. Las casas, totalmente equipadas, se alquilan enteras y ofrecen unas magníficas vistas en el Pla de Corts.

Jordina y Jaume están muy implicados en la actividad turística de la zona. Casa Parramon forma parte de la Asociación Marcas de Pastor, junto con otros 5 alojamientos rurales y una agencia de viajes. Esta asociación es la creadora de la Ruta del Quinto Lago, una ruta circular de media montaña con inicio y final en la Pobla de Segur. Cuenta con 5 etapas y pasa por el lago de Montcortès, cerca de la casa. Como dice Jordina, entre semana reciben a muchos deportistas que hacen esta ruta y, como detalle puntual, les preparan las comidas: almuerzo y cena. Todo para que se sientan a gusto y solo tengan que concentrarse en la ruta.

La casa también es socia fundadora de la quesería artesana Tros de Sort. Ésta elabora sus productos con leche de vacas pirenaicas. El tupí, un queso típico de los Pirineos catalanes, elaborado con aceite de oliva y aguardiente, es una de sus especialidades. Si los huéspedes se quieren llevar un queso a casa, seguro que Jordina les aconseja con mucho gusto.

Entre las actividades que se pueden hacer en la finca, los huéspedes están invitados, si queren, a acompañar a Jaume a apacentar las vacas y los caballos en la alta montaña. Jordina también organiza visitas guiadas a los bajos de la casa, donde hay espacios muy tradicionales de payés como son el horno de pan, la bodega y el molino de aceite, los corrales, los graneros y la gruta donde se almacenaba el grano durante la guerra. A pesar de que ya no se utilizan, se han restaurado para que los visitantes los puedan ver. En estos espacios, se han organizado catas de vinos y quesos e incluso conciertos.

Los huéspedes que llegan a Casa Parramon tienen a su disposición un documento completo con todo tipo de actividades deportivas, de ocio y culturales que se pueden hacer alrededor de la casa. Un documento elaborado con detalle por Jordina y que seguramente dejará a los visitantes boquiabiertos por la cantidad de cosas que se pueden hacer.

En el entorno natural de la casa se pueden hacer rutas en BTT, a caballo, rafting en Sort y excursiones, con raquetas de nieve y a pie, por el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y el Parque Natural de L’Alt Pirineu. Vale la pena también hacer una visita a la vila closa de Peramea, una villa medieval declarada Bien Cultural de Interés Nacional.

Jordina también recomienda un baño en verano en el lago de Montcortès, una visita a las salinas y al monasterio románico de Gerri de la Sal y una excursión a los lagos glaciares de la cabecera de la Vall Fosca. Sin olvidar el impresionante Estrecho de Collegats, que  se abre entre paredes de roca de más 500 metros, por donde pasa el río Noguera Pallaresa. Todo un espectáculo natural.

Más información: Casa Parramon