La fortaleza medieval con encanto de Pals

Las piedras hablan en Pals. Su encanto es evidente sólo acercarte. La fortaleza amurallada que rodea su núcleo histórico de origen gótico ha sido completamente restaurada. Puedes imaginarte retrocediendo a la época medieval mientras caminas por sus calles empedradas y porticadas, con arcos de herradura y portaladas románicas.

Entre edificios románicos, góticos y barrocos combinados con armonía destaca el Museo Casa de Cultura Ca la Pruna, una imponente casa fortificada del siglo XVI. También la torre de las Horas, la única que queda del antiguo castillo medieval de Pals.

El paseo por el núcleo antiguo del Pedró inevitablemente te lleva hasta el Mirador Josep Pla. Desde este lugar, que lleva el nombre del genial escritor ampurdanés, puedes contemplar la llanura ampurdanesa presidida por el macizo del Montgrí con las islas Medes al fondo. Una panorámica que Pla describe en algunas de sus obras.

Otro encanto de esta villa medieval de la Costa Brava es la playa. Una larga extensión arenosa, ideal para la práctica de deportes acuáticos. La puedes visitar siguiendo un antiguo camino rodeado de dunas y pinos carrascos. Practicar el cicloturismo y el senderismo entre los campos de arroz del municipio también es una actividad muy recomendable.

Esta zona de L’Empordà es tierra de arroz, un cultivo que ha marcado la cultura y el paisaje de la región. A bordo del Xiulet, el Tren cultural del arroz de Pals, puedes hacer una interesante ruta que sale de este pueblo. Recorres en trenecito los humedales y arrozales que lo rodean y descubres cómo se cultiva este arroz con denominación de origen protegida, desde la siembra hasta la cosecha. Una de las paradas es el Molí de Pals, una antigua construcción que hizo las funciones de castillo y molino durante cinco siglos.

Y ya que has realizado la ruta cultural del arroz, sólo te queda probarlo, acompañado de un vino de la DO Empordà, en los restaurantes de este pueblo medieval con encanto. Buen provecho.