Bienvenido a tu nuevo hogar: L’Empordà

Lo único que te preocupará es tener tiempo para poder verlo todo. En esta ruta recorrerás el Call Jueu de Girona, la capital de la cerámica catalana, el templo de la gamba que es Palamós o las históricas Tossa de Mar y Blanes. 10 días, 10 experiencias.

Día 1: Si descubres Girona, querrás volver

En el itinerario anterior recorriste su corazón, ahora es un buen momento para conocer su entorno. La mejor manera es en bicicleta. Puedes partir del centro de la ciudad y visitar algunos municipios de alrededor como Salt y su acogedor parque de las Deveses; Bescanó, que tiene el cráter volcánico más grande de la península, y los pintorescos campos de trigo amarillo de Sant Gregori. Como haciendo esta ruta habrás quemado unas cuantas calorías, si quieres, date el gusto de hacer un taller de postres típicos de Cataluña. Hay un montón: la crema catalana, las torrijas, los buñuelos (o buñuelos, como dicen allí) del Empordà … Deja los complejos en casa porque te pondrás las botas!

El amor por Girona no es pasajero. La capital de la Costa Brava es imposible de disfrutar en un día. Como seguro que no has tenido suficiente, apúntate en la agenda que tienes que encontrar un momento para volver a visitarla.

Día 2: Bisbal d’Empordà, donde la cerámica es una forma de vida

La Bisbal d’Empordà es la capital catalana de la cerámica. Para conocer el arraigo de la cerámica en este municipio del Baix Empordà, te recomendamos que te acerques el Terracotta Museu. Cuando acabes la visita, seguramente te apetecerá llevarte un recuerdo cerámico de La Bisbal. En la calle de la Aigüeta encontrarás la mayoría de tiendas de cerámica del pueblo, los talleres de artesanos, algunos de ellos visitables, y las salas de exposiciones. Aprovechando el paseo, recorre también su núcleo medieval y el barrio judío.

Cuando estés en la Bisbal, intenta reservar algo de tiempo para acercarte a Peratallada. Visita su antiguo núcleo fortificado perfectamente conservado, pasea sin prisas por sus calles hasta la plaza Major, descubre la torre de L’Homenatge y fíjate bien en los detalles góticos que hay por todo el pueblo.

Peratallada. Patronat de Turisme de la Costa Brava / Jordi Gallego i Caldas

Peratallada. Patronat de Turisme de la Costa Brava / Jordi Gallego i Caldas

Puedes acabar la jornada en Ullastret. En las afueras de esta localidad, en el monte de Sant Andreu, se encuentra el poblado ibérico más importante de Cataluña. Los restos son del siglo VII aC y en ellos se puede reconocer sin problema alguno las murallas que rodeaban la villa, las calles, las casas y los templos. Si aún te quedan energías y te apetece un plan nocturno, el Observatorio Astronómico las Gavarres es tu opción. Está situado en el último piso del Santuari dels Àngels de Girona. Si vas con los más pequeños, incluso disponen de un planetario inflable para que aprendan astronomía jugando. Eso sí, las sesiones infantiles solos las organizan los martes y los primeros sábados de cada mes.

Poblado Ibérico en Ullastret. Agència Catalana de Turisme / Ullastret

Poblado Ibérico en Ullastret. Agència Catalana de Turisme / Ullastret

Día 3: Quermany al trote

Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, hoy te aseguramos que será así. Coge fuerzas porque te espera una ruta en kayak. Saldrás de madrugada desde la playa de Tamariu para contemplar un fenómeno astronómico único en la Cova d’en Gispert. La combinación de la forma rectilínea de la cueva con su orientación al Este hace que, dos veces al año, el sol salga exactamente alineado a la cueva y todo su interior quede iluminado. Te pondrá la piel de gallina ver como los rincones de esta recóndita gruta se van descubriendo ante ti.

El submarinismo será un buen plan para complementar la ruta en kayak. En Aiguablava organizan inmersiones, tanto para buceadores experimentados como para los que quieren probar esta experiencia subacuática por primera vez. De nuevo en la superficie, no dejes escapar la oportunidad de visitar el Jardín Botánico de Cap Roig. Allí encontrarás las especies vegetales más características del Mediterráneo se mezclan con árboles y plantas procedentes de los cinco continentes. Es un gran regalo para tus ojos. En verano organizan el Festival de Cap Roig, donde podrás disfrutar de la música al aire libre en este espacio tan singular.

La Costa Brava es una región para recorrerla de todas las maneras posibles, incluso a caballo. Si te animas, hay un itinerario que parte desde Begur y ascenderás hasta el Quermany, un cerro de 221 metros. Ten la cámara a mano porque desde allí arriba tendrás unas panorámicas espectaculares de las Illes Medes, el Castillo de Montgrí o el Castillo de Begur.

Illes Medes. Agència Catalana de Turisme / Rosiel d'Assumpçao

Illes Medes. Agència Catalana de Turisme / Rosiel d’Assumpçao

Día 4: Palamós para sibaritas

La lonja del Puerto de Palamós es el Wall Street del pescado de la Costa Brava. Puedes visitar una de las subastas y vivir en directo como se venden todos los productos del mar que se han pescado ese mismo día. La estrella es la gamba de Palamós, de color rojo y muy sabrosa. Si te gusta este crustáceo, algunos restaurantes del municipio organizan el menú de la gamba, con versión de día y de noche.

En Palamós el espectáculo pesquero no se acaba en el puerto, continua en el Museo de la Pesca. Este centro presenta el pasado, el presente y el futuro de la pesca, a través de su exposición permanente y de un conjunto de actividades vinculadas al mundo marinero y pesquero de la Costa Brava. Ahora que ya sabes como se vende y se compra y como se pesca, toca que aprendas a cocinar el pescado ampurdanés. En los talleres de cocina del Espai del Peix, que está en el mismo puerto, te enseñarán a preparar recetas marineras con los productos del mar que se pescan en Palamós: unos salmonetes al vapor con patata y aceite de perejil, una sepia con guisantes o un arroz a la cazuela de cabra y cangrejos.

Una buena manera de despedirte de Palamós es visitando la espectacular bodega Finca Bell-lloc, con cata de vinos incluida. Paladeando su vino blanco sentirás una combinación deliciosa de aromas de flores blancas secas y miel de brezo. ¡Salud! Para concluir el día, puedes acercarte hasta Romanyà de la Selva. Allí se encuentra la Cueva de Daina, uno de los dólmenes más impactantes de Cataluña.

Cueva Daina. Agència Catalana de Turisme / Servicios Editoriales Georama

Cueva Daina. Agència Catalana de Turisme / Servicios Editoriales Georama

Día 5: Los polos opuestos se atraen en Platja d’Aro: ornitología y compras

Platja d’Aro es uno de los municipios más populares de la Costa Brava por diversos motivos, ¿pero conoces su gran pulmón verde? Es el Parc del Estanys, un espacio natural de 150.000 metros cuadrados, situado en el centro de la ciudad. Allí podrás hacer un interesante recorrido ornitológico y avistar muchas de las 250 especies que habitan el humedal durante las diferentes estaciones del año. Por la tarde, guarda los prismáticos porque ha llegado el momento del shopping. Un personal shoopper te acompañará de compras por las tiendas Marfranc. En ellas encontrarás todas las novedades del mundo de la moda y con el consejo del experto personal shopper lucirás a la última.

Día 6: Actívate en Sant Feliu de Guíxols

El litoral de Sant Feliu de Guíxols esconde una gran cantidad de calas de agua cristalina que se abren paso entre los acantilados. Una manera perfecta para descubrirlas es sobre un kayak. Déjate llevar y recorre palada a palada, tranquilamente, mientras la refrescante brisa marina de las primeras horas del día te acaricia la cara la costa de Sant Feliu de Guíxols.

Otra opción, pero esta es para deportistas de nivel avanzado, es recorrerla a nado por la Vía Brava de Sant Feliu de Guíxols. Su nivel de dificultad es alto, así que si no eres un nadador avanzado, es mejor que optes por hacer el paseo por el camino de ronda que avanza en paralelo a esta vía. Lo bueno de las vías bravas, es que además de gozar del paisaje del litoral, también gozas del fondo marino.

En este sexto día, todavía te quedará tiempo para visitar la Vila Vella de Tossa de Mar. Las murallas de la antigua ciudad están tan próximas al mar que parece que puedan ganarles terreno a las cristalinas aguas del Mediterráneo. ¿Conoces otro municipio en el que puedas broncearte en sus playa mientras contemplas vestigios históricos?

Litoral de Sant Feliu de Guíxols. Agència Catalana de Turisme / Miguel Ángel Álvarez

Litoral de Sant Feliu de Guíxols. Agència Catalana de Turisme / Miguel Ángel Álvarez

Día 7: Lloret de Mar es un museo

En Lloret de Mar están orgullosos de su localidad y por eso la han convertido en un museo al aire libre para que todos puedan disfrutarla. Hoy te proponemos visitar el MOLL (Museu Obert de Lloret) o lo que es lo mismo, un itinerario por los rincones más emblemáticos de la villa. El MOLL propone una ruta de 14 lugares. Una buena opción es empezar el recorrido en el Museo del Mar – Can Garriga, que te descubre la historia de Lloret y su estrecha vinculación con el mar. Sigue el paseo por los Jardines de Santa Clotilde, que están situados en un paraje de gran belleza, sobre un acantilado con impresionantes vistas sobre el mar o el Castillo de Sant Joan, construido en el siglo XI. Por la tarde, ¿qué te parece una inyección adrenalina en el mar? ¿Quiere saber cómo? Alquilando una moto de agua y pilotándola en un circuito en la playa de Lloret o haciendo una excursión por las aguas de la Costa Brava.

Día 8: ¿Sabías que en Sils está la puerta del infierno?

El octavo día de ruta por la Costa Brava requiere dos objetos: el bañador y la toalla. Hoy te espera una jornada de diversión en el parque acuático de Marineland, en Palafolls. Tus hijos ya saltan de alegría. Después de ver el espectáculo de los delfines dirán que de grandes quieren ser domadores de delfines. No querrán marcharse sin ver cómo dan de comer a los pingüinos y sin bajar por el Kamizake, un tobogán individual con mucho desnivel que hay en el parque acuático.

Una vez seco después del chapuzón, despídete de Marineland y cálzate las botas porque la próxima estación es la Laguna de Sils. Allí se encuentra la Porta de l’Infern (Puerta del Infierno). Tranquilo, que no te van a juzgar por tus pecados. Cuenta la leyenda que un campesino de la zona llamado, Pere Porter, consiguió encontrar la puerta siguiendo las indicaciones del demonio. A ti no te orientará el demonio, lo hará un GPS. En el Centro de Información de la laguna te facilitarán el material y las indicaciones necesarias para hacer esta entretenida ruta que te llevará hasta la entrada al averno. Lo que allí te aguarda, es mejor que lo veas con tus propios ojos…

Si eres más de bicicleta, tienes la ruta entre Blanes y Fogars de la Selva. Antes de ponerte en marcha, estira las piernas por el encantado centro histórico de Blanes. Ahora sí, súbete a la bici, ¡y en marcha! Rodarás por uno de los tramos de la red de itinerarios, Grans Camins de l’Aigua, que te llevará por el Castillo de Sant Joan de Blanes y el Jardín Botánico de Marimurtra. Te sugerimos que en el jardín hagas una pausa más larga porque es una gozada pasear entre su vegetación.

Día 9: En el Hotel Balneario Vichy Catalan, inspira, respira, inspira, respira…

Como se está acercando el final de esta escapada a la Costa Brava y ya llevas acumulados 8 días de actividad, hoy es un buen día para tonificar el cuerpo, ¿no te parece? Para ello te recomendamos el Hotel Balneario Vichy Catalán. El mejor adjetivo para describir su edificio es: majestuoso. Cuando accedas al recinto, encontrarás ante ti una maravilla arquitectónica del modernismo. Si por fuera te gusta, espera a ver lo que hay en su interior. En el balneario ofrecen una amplia variedad de exclusivos tratamientos de wellness . ¡Saldrás de allí como nuevo!

Y como hoy la jornada ha empezado muy centrada en el bienestar, la siguiente actividad que te presentamos es un taller sobre los usos medicinales y culinarios de las plantas autóctonas de Cassà de la Selva. ¿Sabías que la salvia ayuda a calmar los dolores de la menstruación? ¿O qué el lentisco es un gran antiinflamatorio? Aprenderás un montón de cosas sobre remedios y recetas naturales.

Balneario Vichy Catalan. Agència Catalana de Turisme / Nano Cañas

Balneario Vichy Catalán. Agència Catalana de Turisme / Nano Cañas

Día 10: Santa Coloma de Farners en dulce

Lo que bien empieza, bien acaba. El final de la ruta por el corazón de la Costa Brava será dulce. Arrancará con un circuito de aguas en el Magma Centre Lúdic Termal y continuará con una inmersión en el mundo de la apicultura. En Castanyet puedes pasar una jornada degustando mieles, visitando un colmenar, maridando diferentes platos con miel… El mundo de las abejas puede ser fascinante y, aún más, si lo conoces de cerca y explicado por profesionales.

Acto seguido dispones de dos posibilidades: una ruta de la ratafía para conocer los secretos que esconde este licor catalán, o una visita a una auténtica explotación agropecuaria. Con un poco de suerte, podrás probar una vaso de esta leche exquisita.

Como hemos dicho que iba a ser una jornada dulce, la despedida será en el Museo de la Galleta Trias en Santa Coloma de Farners. El museo repasa la dedicación de esta familia que desde 1908 elabora las que son, posiblemente, las galletas más famosas de Cataluña. De la caja variada, qué galleta te gusta más? Yo me quedo con el barquillo.

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