Desde la Ciudad Condal hasta el pie de los Pirineos, esta ruta nos permitirá disfrutar de valles y montañas espectaculares, así como de pueblos y ciudades que atesoran una gran variedad de historias y leyendas.
Al salir de Barcelona y atravesar Collserola, nos adentraremos en el Vallès, territorio densamente poblado e industrial que esconde algunas joyas románicas que merecen una visita. La Mola, siempre omnipresente detrás de Terrassa, marcará el inicio del trayecto sinuoso que nos llevará en dirección a Talamanca y Navarcles, antes de guiarnos hacia el altiplano del Lluçanès. Remontaremos la riera de Merlès hasta Borredà y, a partir de allí, río abajo hasta Berga.
Al encaminarnos montaña arriba, dejaremos a nuestra derecha la sierra de Queralt, los Rasos de Peguera, y, más allá, el espectacular macizo del Pedraforca, todo un símbolo de Cataluña. Posteriormente, recorreremos la carretera por la orilla del pantano de Llosa del Cavall hasta llegar al collado de Port, desde donde, mientras bordeamos el Cadí, iremos descendiendo en dirección norte hacia la capital del Alt Urgell.
Los distintos núcleos de Les Valls d’Aguilar nos guiarán hacia nuestro destino, Gerri de la Sal, un pueblecito conocido por su monasterio románico, el puente medieval y las salinas. Desde Gerri podremos seguir hacia Sort y continuar con la ruta de los Pirineos, o, en dirección sur, llegar hasta La Pobla de Segur y seguir la ruta del Patrimonio.
Alternativamente, esta ruta nos ofrece dos variantes interesantes. Desde Navarcles podemos dirigirnos hacia Súria y desde allí remontar el Cardener, pasando por Cardona y Solsona, hasta Sant Llorenç de Morunys, en el Vall de Lord. Si no, desde Borredà podemos ir hacia Sant Jaume de Frontanyà –el pueblo más pequeño de Cataluña–, antes de continuar hacia La Pobla de Lillet y bordear el Pedraforca por Saldes y Gósol hasta Tuixent.
Desde la Ciudad Condal hasta el pie de los Pirineos, esta ruta nos permitirá disfrutar de valles y montañas espectaculares, así como de pueblos y ciudades que atesoran una gran variedad de historias y leyendas.
Al salir de Barcelona y atravesar Collserola, nos adentraremos en el Vallès, territorio densamente poblado e industrial que esconde algunas joyas románicas que merecen una visita. La Mola, siempre omnipresente detrás de Terrassa, marcará el inicio del trayecto sinuoso que nos llevará en dirección a Talamanca y Navarcles, antes de guiarnos hacia el altiplano del Lluçanès. Remontaremos la riera de Merlès hasta Borredà y, a partir de allí, río abajo hasta Berga.
Al encaminarnos montaña arriba, dejaremos a nuestra derecha la sierra de Queralt, los Rasos de Peguera, y, más allá, el espectacular macizo del Pedraforca, todo un símbolo de Cataluña. Posteriormente, recorreremos la carretera por la orilla del pantano de Llosa del Cavall hasta llegar al collado de Port, desde donde, mientras bordeamos el Cadí, iremos descendiendo en dirección norte hacia la capital del Alt Urgell.
Los distintos núcleos de Les Valls d’Aguilar nos guiarán hacia nuestro destino, Gerri de la Sal, un pueblecito conocido por su monasterio románico, el puente medieval y las salinas. Desde Gerri podremos seguir hacia Sort y continuar con la ruta de los Pirineos, o, en dirección sur, llegar hasta La Pobla de Segur y seguir la ruta del Patrimonio.
Alternativamente, esta ruta nos ofrece dos variantes interesantes. Desde Navarcles podemos dirigirnos hacia Súria y desde allí remontar el Cardener, pasando por Cardona y Solsona, hasta Sant Llorenç de Morunys, en el Vall de Lord. Si no, desde Borredà podemos ir hacia Sant Jaume de Frontanyà –el pueblo más pequeño de Cataluña–, antes de continuar hacia La Pobla de Lillet y bordear el Pedraforca por Saldes y Gósol hasta Tuixent.
Lugares que te harán dudar qué camino es mejor para visitar