La Ruta del Vino DO Tarragona

Descubrir los vinos de la DO Tarragona es adentrarse en una tradición milenaria que se remonta a la época del Imperio Romano. Su legado histórico y patrimonial es excepcional, y está estrechamente ligado a la elaboración de unos vinos de calidad reconocida desde sus orígenes.

La impronta que el cultivo de la viña ha dejado en este extenso territorio es apasionante e invita a adentrarse en él para disfrutar de experiencias enoturísticas muy diversas.

La herencia romana de los vinos de la DO Tarragona es innegable. En el siglo I dC el Imperio Romano fue el verdadero impulsor de los vinos en las comarcas tarraconenses. El ánfora que aparece en el logotipo de la denominación de origen ya se utilizaba en aquella época para almacenar y transportar el vino desde Tarraco hasta Roma.

Por este motivo, Tarragona, la única ciudad Patrimonio de la Humanidad de Cataluña gracias a su impresionante legado de monumentos romanos, es el marco ideal y el punto de partida para descubrir la cultura del vino de una denominación de origen que abraza desde el mar Mediterráneo hasta el valle del río Ebro, pasando por el interior del campo tarraconense y la sierra de Prades.

Integrada por 73 municipios del Camp de Tarragona y la Ribera d’Ebre, la DO Tarragona ha impulsado la innovación constante en el cultivo de la viña y la elaboración del vino. Un compromiso con la tierra y la viña que, a lo largo de los siglos, ha permitido superar cualquier obstáculo, incluso la plaga de la filoxera a finales del siglo XIX.

El buen clima y la calidad de las tierras y las viñas marcadas por la marinada, el viento característico de la zona, otorga un carácter especial a los vinos, mayoritariamente elaborados con macabeo, la variedad estrella de la denominación de origen. Otras variedades que se cultivan son tempranillo, merlot, samsó, sumoll, moscatel, parellada y garnacha. Todas dan carácter a sus vinos tintos, firmes y aromáticos, a los rosados frescos de color cereza, a los blancos suaves y de color brillante, y también a los vinos licorosos como la mistela, el moscatel y el vimblanc o vino rancio.

Las bodegas de la DO Tarragona son el resultado del empeño de una larga lista de proyectos familiares en la mayoría de los casos o de la suma de esfuerzos que históricamente ha representado el modelo cooperativo. Es el caso de la vinícola de Nulles, una de las Catedrales del Vino de Cataluña, obra de Cèsar Martinell, discípulo de Gaudí. Otro ejemplo es la cooperativa modernista de Vila-rodona.

Propuestas para todos los gustos

En la Ruta del Vino de la DO Tarragona participan bodegas de todo el territorio vitivinícola, encabezado por el Alt Camp y la Ribera d’Ebre, que concentran el 80% de las bodegas visitables, y también bodegas del Tarragonès y el Baix Camp.

Esta ruta ofrece 19 visitas a bodegas y 37 experiencias singulares, desde un paseo en carruaje con cata de vinos hasta visitas y catas singulares en los viñedos. También propuestas como rutas fluviales en laúd o excursiones en kayak por el Ebro, paseos entre viñas y circuitos de marcha nórdica.

Son experiencias para todos los gustos que maridan el vino con la gastronomía de la zona, el deporte, la cultura y el turismo familiar. Todas ellas están adaptadas a todos los públicos con más o menos conocimiento del mundo del vino.

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