La Dona d’Aigua de Santa Susanna
Las mujeres de agua, también conocidas como encantadas o hadas, son seres de la mitología catalana que vivían en torrentes, pozas, saltos de agua, lagos… y custodiaban las aguas de los bosques. En el estanque de Can Ratés vivía una de ellas. Según cuenta la leyenda, las mujeres de agua impregnaban la naturaleza con su elegancia y belleza. Le daban un toque de gracia. Con la llegada del buen tiempo tejían la primavera. Cosían ramas robustas y profundas raíces de los árboles, dispersaban las semillas y hacían florecer las flores. Mientras trabajaban, sin embargo, no se las podía molestar. Si alguien se atrevía a molestarlas podía acabar zambulléndose en la fuente del olvido, donde podía perder la memoria, o convertido en una piedra durante un rato. Si os acercáis a Can Ratés, quizás la veis trajinando por el estanque, pero no las distraigáis o ya sabéis cómo acabareis.